Capítulo 3.

llegamos a las 7:15, tardamos algo menos de una hora en tren. Estábamos bastante cansadas, lo único que queríamos en aquel momento era dormir, pero era más que imposible. Más de 300 chicas ya estaba allí esperando, algunas en tiendas, con mantas, otras muertas de frío en la acera, muchas que ni durmieron... En aquel momento era todo un escándalo, la mayoría se peleaban porque una se puso delante, porque no le dejó dormir, porque se quedaron sin agua... en aquel momento todo era motivo de pelea. Era muy molesto aquel barullo de gente hablando a la vez.

La cosa fue mejorando a lo largo del día, había más guardias y nos controlaban mejor.

-Ya son las 9, ya vamos a entrar -Decía Lauren pegándome.

-Pero no me pegues -Le contestaba devolviéndole el golpe.

Al entrar nos mandaron a la primera fila, ya que enseñamos una placa que anteriormente nos habían enviado a casa, la cual decía que pertenecíamos a las VIPS.

Era un escenario enorme, un montón de gradas alrededor y un gran espacio enfente de éste. Aquel lugar era gigante, se me ponía la piel de gallina pensando que en una hora estarían ahí subidos cantando.

-Ya van, ya van, ya van -Susurraba yo mientras respiraba hondo.

Estaba muy nerviosa, tenía ganas de llorar, estaba muy cerca de ellos, de sus voces, de todo.

Las luces se apagaron y unas bengalas se encendieorn en el escenario, todo aquello era genial,Nadie se atrevía a quitar la vista de el escenario ni por un segundo.

Fue un momento mágico en el que los chicos aparecieron en una plataforma enorme y la gente empezó a aplaudir. Ya me encontraba llorando, con las emociones a flor de piel.

-Acerca la mano, acércala - Me chillaba Lauren intentando que la oyera.

No sabía para que, no entendía nada, estaba algo perdida, era escucharles cantar y olvidarme del mundo, tampoco veía nada por culpa de las lágrimas, pero yo hice caso y estiré el brazo lo más que pude.

-Que acerques! - Me dijo dándome un pisotón.

Me alargué todo lo que pude, ahora entendía todo, estaban dándole la mano a las fans, yo buscaba una mano a la que cogerme, y la encontré. Liam me había dado la mano y empezó a cantar cogido a mi.

Aquello fue sensacional, pero ya no daba para más, el concierto acabó. Ahora tocaba lo mejor, conocerles personalmente.