Capítulo 59.

-No, Cat, no es lo que parece, yo... -Intentó disculparse
-Tu qué? Eh? Me vas a decir que no querías? No te creo Zayn, no! -Contesté furiosa
-No Cat, no... eso no era lo que parecía -Repitió
-Ah no? Cuando dos personas juntan sus labios no se besan verdad? Claro, soy yo la que mal interpreté la foto... -Hablé en tono irónico.
-Perdóname Cat, yo no... -Dijo poniendo su mano encima de mi rodilla
Yo le aparté la mano descaradamente y me levanté de allí con lágrimas en los ojos. Decidí irme antes de que me viera llorar.
Abrí bruscamente la puerta y entré al salón, la gente seguía bailando, y me molestaban. Fui empujando a todos hasta llegar a la salida, allí pude ver a Niall sentado solo.
-Qué pasa? -Me preguntó
-Me voy -Contesté
-Voy contigo, estoy cansado -Dijo levantándose y acompañándome
Salimos de la casa, bajamos las escaleritas y salimos a la calle, esperamos a que pasara un taxi para volver a casa.
-Qué te pasó? -Me preguntó al ver que me puse a llorar
-Cuando lleguemos te cuento -Susurré
Fuimos a mi casa, entramos muy despacito para no despertar a mi madre, y subimos a mi habitación. Me desplomé boca abajo en la cama, Niall se colocó a mi lado y empezó a acariciarme la espalda.
-Cat, Cat, que pasó? -Decía él
-Zayn es idiota, siempre lo fue, siempre -Hablé yo
-Hey no digas eso...
-Si Niall, lo digo! Sabes? Me engañó con otra -Dije levantándome rápidamente para sentarme a su lado.
-Cómo? -Preguntó sobresaltado
-Eso, me engañó -Contesté en bajito
Me apoyé en su hombro, dejando caer el pelo en mi cara.
-Pero, estás segura? -Intentaba hacerme tener un rayo de esperanza
-Completamente, vi una foto
-Como era?
-Una chica que bailaba con él, pues, le estaba besando, ella le agarraba por el cuello y él... -Detallaba yo lentamente, entre sollozos.
-Mejor me lo cuentas otro día, ahora cálmate, si? -Habló levantándome de su hombro para que le mirara a los ojos.
-Gracias -Intenté sonreír yo
Él me devolvió la sonrisa y me dio un abrazo. Era tan reconfortante tener un amigo en que apoyarse, un amigo como él.
Me acosté en la cama, con la ropa y los zapatos, sin taparme y él se sentó en un sillón que tenía allí. Pude ver como se quedaba dormido mientras me miraba. Respiré despacito, hasta entrar en un profundo sueño.